La ausencia de lo abstracto

      El ruido del silencio, el rasgado azul del cielo, los guardianes verdes...                                                    lo que mis ojos ven!

Irregular calidez

Despacio ansío tenerte...
junto a mi por siempre
Despojarte de lo que no traíste aquí y nunca te llevarás
Recorrer tu anatomía diferente a la mía con mi respiro cálido y entrecortado
Explorar tu ser con mis labios
Mirarte fijamente
Quedarme silente
Dejar que descubras la tela que me cubre
Dejar que me arropes con tu abrazo
Dejarte recorrerme con tus labios
Sentir que humedeces mi ser
Sentir que erizas mi piel
Vivir que te fundes en mí
Hasta gemir que permanezcas allí... no más.

Charcos!

A lo largo de nuestras vidas, se nos presentan llamados "charcos", que una vez vistos, cobran y crean cobardía en cada uno de nosotros que nos hacen retroceder, es como si fuera aquella para nada grata noticia, que una vez dicha, enlentece nuestros pensamientos, obnubilizan acciones... suponemos que dicho charco marcara nuestras vidas, en el sentido de que nos hará cambiar el rumbo de lo que hemos ido cultivando... sin embargo, la obra de Dios es tan especial que aquel charco no era más que una señal de que todo lo que habíamos cultivado, fue cultivado! florecido! y que no necesitamos ir mas allá, no necesitamos cruzar el charco porque simplemente hemos sido felices con lo que tenemos... mucho de cierto hay en la frase que dice: "Hay un tiempo para hacer que las cosas sucedan, y un tiempo para dejar que las cosas sucedan". Así que animo, que nada ni nadie sea lo suficientemente capaz de cambiar nuestro estado de animo!